martes, abril 26, 2005

Mi sueño...


No era nada; no tenia nada. Solo mi sueño de dejar de ser nadie para poder triunfar en mis deseos.
Sin padre, con una familia desunida y la lejanía de la tierra donde nací; me alimento día a día de sudor y lagrimas para alcanzar mi meta… Sudor por mi esfuerzo, y lágrimas al ver que todo parece un espejismo, una dulce ficción que he creado en mi cabeza para no morir de pena por mi pobre existencia.
Cada día lucho por ser mejor; y lograr mi propósito. No me importa a que, ni a quienes tengo que renunciar para conseguir mi sueño. Me mantiene con vida la ilusión de pensar que quizás pueda algún día hacerse realidad.
Veo como mis metas las voy alcanzando una a una; tanto así que ni yo me puedo creer la fortuna que tengo. Es más de lo que podía esperar. Encuentro en ellas motivación, orgullo y una gran parte de la poca felicidad verdadera que he conocido. Disfruto cada momento para no recordar la mierda de vida pasada, en la que mi destino era comer los desperdicios de este mundo, en vez de poder disfrutar de él. Y prefiero seguir luchando; porque es mejor opción que fracasar. Es la única cosa que me hace sentir bien en la vida. Soy feliz porque estoy donde quería estar; porque tengo lo que quería tener. Porque por primera vez creo que estoy haciendo lo correcto, y he dejado de ser invisible para esta sociedad. Tengo el reconocimiento que tanto anhelaba.
Pero mi camino se trunca por un terrible acontecimiento; al olvidar el lema que tanto me repitieron. “Por encima de todo, protégete primero a ti mismo”. Los que creían que estaban conmigo por la cercanía que nos unían, me dan la espalda. Y poco a poco estoy perdiendo cada una de las cosas que tenía; y me rehúso a perder hasta los recuerdos de esos momentos en que fui tan feliz; no quiero seguir perdiendo nada más. Ya fui feliz un día y es todo cuanto me quiero llevar. Antes de pensar que de ahora en adelante solo me espera sufrir y que este será mi destino; prefiero perder la vida y con ella llevármelos conmigo. Ya tuve mi momento de gloria; ahora me quiero morir.

AGD Inspirado en la pelicula Million Dollar Baby

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